Las personas recuperadoras de residuos son un actor clave dentro de la gestión de los residuos sólidos urbanos (RSU) aunque poco se conoce de sus condiciones de salud. En nuestro país, los recuperadores de residuos emergen a partir de la crisis de 2001; y se consolidan como un actor diferenciado dentro del circuito de los RSU mediante la organización en cooperativas de trabajo, una estrategia basada en el incentivo a la mejora de las condiciones laborales. Las plantas de clasificación de residuos aparecen como una alternativa de inserción laboral, aunque se reconocen ciertas falencias en los ambientes de trabajo que pueden producir efectos perjudiciales en la salud de los trabajadores.
Los recuperadores se encuentran expuestos a riesgos ergonómicos, físicos y químicos; como así también enfermedades infecciosas, heridas y/o cortes por contacto con material cortopunzante, entre otros. En este sentido, existe una relación entre las condiciones de trabajo y el entorno en el que se realizan; lo cual incluye el análisis de aspectos como la organización, el ambiente, la tarea, los instrumentos y materiales que pueden determinar o condicionar la situación de salud de las personas, en tanto determinantes sociales de la salud.