La provincia de Entre Ríos se ha convertido en uno de los baluartes del neoextractivismo agrario, presentado como único modelo de desarrollo posible para la región por parte de los gobiernos provinciales y nacional. Sin embargo, ahí mismo, e inmersas en paisajes de monocultivos y fumigaciones, se vienen desarrollando experiencias de producción agroecológica o en transición hacia la misma.
En el proyecto, trabajamos, particularmente con: “Minhoca” (Tabossi) que se destaca por la producción de cereales, oleaginosas y la molienda para hacer harinas, así como la cría de ganado vacuno y ovino y “La Dorita” (Basavilbaso) que combina producción hortícola, apícola y ganadera con elaboración de panificados y conservas. Ambas comparten su raigambre familiar así como la presencia de mujeres productoras y promotoras de procesos de construcción orientados a la soberanía alimentaria. En ellas se combinan manejos sustentables de cultivos y ganados, prácticas de autogestión y canales alternativos de comercialización con acciones de protesta, y se reivindican saberes sistemáticamente desprestigiados por la academia y la tecnociencia.
En general, y tal como ha sido reconocido por la literatura, los abordajes teóricos respecto a la agroecología, han carecido de un desarrollo sistemático de aquellos aspectos que trascienden el ámbito de la unidad productiva y la dimensión técnico-productiva, para alcanzar a las relaciones sociopolíticas que se establecen en todo proceso de producción, comercialización y consumo. Con ello se ha descuidado, además, su vinculación con el o los modelos de desarrollo que se definen y pugnan en un territorio determinado. En este marco, desde el proyecto proponemos: a) realizar un análisis -desde la perspectiva de la agroecología política y un enfoque de investigación en colabor- de las prácticas y relaciones construidas por dichas experiencias y b) mapear las redes y articulaciones entre experiencias agroecológicas que, quizás con escasa visibilidad, se vienen desarrollando en la provincia.